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miércoles, 23 de mayo de 2012

UN MUNDO SIN GUERRA NI HAMBRE (II)


En esta segunda parte, nuevamente logro reunir ideas de expertos y especialistas que se dedican hacer estudios e investigaciones apoyados por estadísticas brindada por organismos internacionales, casi siempre muchos de estos organismos tienen un doble discurso sobre las temáticas abordadas, lo que si demuestran las cifras aportados es que los seres humanos tienen hambre y mueren por este flagelo, , donde los responsables directos son los países los líderes de las potencias mundiales, en el mundo hay millones de personas que no consumen  un promedio de 2 mil 300 calorías para sobrevivir diariamente;  pero lo paradójico   es la muerte diarias de personas por subnutrición y los millones de seres humanos con hambre y por otro lado los países del mundo gastan millones de dólares en armamentos y el G8 encabezado por los Estados Unidos se ponen de acuerdo para financiar guerras e invasiones y luego en las cumbres sobre la alimentación mundial, jamás encuentran soluciones para erradicar el hambre, los millones de dólares solo aparecen para financiar la guerra y la banca mundial.


En esta segunda parte, nuevamente logro reunir ideas de expertos y especialistas que se dedican hacer estudios e investigaciones apoyados por estadísticas brindada por organismos internacionales, casi siempre muchos de estos organismos tienen un doble discurso sobre las temáticas abordadas, lo que si demuestran las cifras aportados es que los seres humanos tienen hambre y mueren por este flagelo, , donde los responsables directos son los países los líderes de las potencias mundiales, en el mundo hay millones de personas que no consumen  un promedio de 2 mil 300 calorías para sobrevivir diariamente;  pero lo paradójico   es la muerte diarias de personas por subnutrición y los millones de seres humanos con hambre y por otro lado los países del mundo gastan millones de dólares en armamentos y el G8 encabezado por los Estados Unidos se ponen de acuerdo para financiar guerras e invasiones y luego en las cumbres sobre la alimentación mundial, jamás encuentran soluciones para erradicar el hambre, los millones de dólares solo aparecen para financiar la guerra y la banca mundial.
Los lectores que ha seguido la primera parte de este trabajo, recuerden que prometí para la segunda entrega escribir sobre las instituciones económicas internacionales como el FMI, BM y OMC, su papel en toda esta crisis alimentaria, especulación financiera que está generando hambre en el mundo. Aquí tenemos algunos comentarios de personas expertas en el tema:
“Una perfecta tormenta de escasez de alimentos, calentamiento global, incremento astronómico de los precios del petróleo y la explosión demográfica mundial está llevando a la humanidad a la mayor crisis del siglo XXI elevando los precios de los alimentos y extendiendo el hambre de las áreas rurales a la ciudades. Si los precios siguen aumentando, cada vez más gente alrededor del planeta será incapaz de permitirse el comprar la comida que necesita para vivir”. Kate Smith y Rob Edwards
Algunos analistas han estado culpando exclusivamente a los agrocombustibles, a la creciente demanda mundial o al calentamiento global de la actual crisis alimentaria. Pero en realidad, esta crisis también es el resultado de muchos años de políticas destructivas que socavaron las producciones nacionales de alimentos, y obligaron a los campesinos/as a producir cultivos comerciales para compañías multinacionales y a comprar sus alimentos de las mismas multinacionales (o a otras…) en el mercado mundial.
Esta globalización de la pobreza se inició en el Tercer Mundo coincidiendo con la crisis de la deuda de principios de los 80 y la imposición de las reformas económicas letales del FMI. El nuevo orden mundial se alimenta de la pobreza humana y la destrucción del entorno natural. Genera apartheid social, refuerza el racismo y las contiendas étnicas, socava los derechos de las mujeres y, a menudo, precipita a los países a confrontaciones destructivas entre nacionalismos“. Michel Chossudovsky (profesor de Política Económica en la Universidad de Ottawa)
Según datos de la FAO, Fondo de la ONU para la Agricultura y la Alimentación, en el último año el trigo se ha encarecido un 130%, el arroz un 74%, la soja un 87% y el maíz un 53%.
“Los recursos naturales y productivos se están privatizando y concentrando en poquísimas empresas transnacionales. Ellas controlan la tierra, el agua y la biodiversidad, por medio de las semillas y de los transgénicos, los organismos genéticamente modificados (OGM)”. Paul Nicholson, Coordinador en Europa del movimiento social Vía Campesina.
“Las políticas depredadoras y genocidas del FMI y el BM sumarían en una sola década 69,35 millones de niños menores de 5 años muertos, sin contar a las personas adolescentes y mayores, esto es casi el doble de todos los muertos en la II Guerra Mundial” Diego Delgado Jara
La soberanía alimentaria es un concepto político introducido en 1996 por Vía Campesina en Roma, con motivo de la Cumbre Mundial de la Alimentación de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos, los países y las uniones de estados, a definir sus políticas agropecuarias y de producción de alimentos, de acuerdo a objetivos de desarrollo sostenible y seguridad alimentaria, sin imponer el ‘dumping‘ a terceros países.

Es organizar la producción y el consumo de alimentos de acuerdo a las necesidades de las comunidades locales otorgando prioridad a la producción y el consumo locales domésticos.

Esther Vivas, señala en un artículo de opinión “La soberanía alimentaria como alternativaLa globalización neoliberal, en su trayectoria por privatizar todos los ámbitos de la vida, ha hecho lo mismo con la agricultura y los bienes naturales, sometiendo al hambre y a la pobreza a una inmensa parte de la población mundial. Hoy se calcula que en el mundo hay 925 millones de personas hambrientas, según datos de la FAO, cuando, paradójicamente, se producen más alimentos que nunca en la historia.

Más adelante señala sobre la Seguridad Alimentaria que “Se trata de un concepto que va más allá de la propuesta de seguridad alimentaria, defendida por la FAO a partir de los años 70 con el objetivo de garantizar el derecho y el acceso a la alimentación a toda la población. La seguridad alimentaria no representa un paradigma alternativo al no cuestionar el actual modelo de producción, distribución y consumo y ha sido, a menudo, desposeído de su significado original. La soberanía alimentaria, por su parte, incluye esta propuesta, garantizar que todo el mundo pueda comer, a la vez que se opone al sistema agroindustrial dominante y a las políticas de las instituciones internacionales que le dan apoyo” Alcanzar este objetivo requiere una estrategia de ruptura con las políticas agrícolas neoliberales impuestas por la Organización Mundial del Comercio, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que han erosionado la soberanía alimentaria de los pueblos a partir de sus dictados de libre comercio, planes de ajuste estructural, endeudamiento externo, etc. Frente a estas políticas, hay que generar mecanismos de intervención y de regulación que permitan estabilizar los precios, controlar las importaciones, establecer cuotas, prohibir el dumping y en momentos de sobre-producción crear reservas específicas para cuando estos alimentos escaseen. A nivel nacional, los países tienen que ser soberanos a la hora de decidir su grado de autosuficiencia productiva y priorizar la producción de comida para el consumo doméstico, sin intervencionismos externos.

Pero, reivindicar la soberanía alimentaria no implica un retorno romántico al pasado, sino que se trata de recuperar el conocimiento y las prácticas tradicionales y combinarlas con las nuevas tecnologías y los nuevos saberes. No debe consistir tampoco en un planteamiento localista, ni en una “mistificación de lo pequeño” sino en repensar el sistema alimentario mundial para favorecer formas democráticas de producción y distribución de alimentos.
 FMI y BM OMC
La Peste, la Miseria, el Hambre y la Muerte, los clásicos Cuatro jinetes del Apocalipsis, han sido superados por los organismos multilaterales mundial. EL FMI, EL BM, la OMC y La OMS, son los cuatro fantasmas de esta época postmoderna, organismos que obedeciendo al capitalismo mundial, Tres de los cuales representan el hambre y la miseria y la guerra y el otro la peste, las enfermedades, además han contribuido a la crisis del medio ambiente que representa un peligro para la humanidad, además la pérdida de valores y la imposición de la economía de mercado llevan al planeta y a la humanidad al colapso total.
El FMI es para los países ricos, simplemente una herramienta política para ejercer su política internacional, no pensando en el bienestar mundial, sino pensando en el impacto que tiene en su economía, los países que no son parte del G8. Con ellos se negocia cara a cara, con el resto, a través del FMI.

En décadas pasadas el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial han promovido sistemáticamente reformas políticas polémicas en los países en desarrollo. Éstas incluyen liberalización del comercio y de los flujos financieros, desregulación, privatizaciones y austeridad presupuestal.

La “ayuda” de estas instituciones nunca es gratuita. Los acuerdos crediticios del Banco Mundial incluían severos condicionamientos: el dinero se entregaba sólo si el gobierno aceptaba las reformas de ajuste estructural y al mismo tiempo respetaba plazos muy precisos para su implementación
Bajo la supervisión del Banco Mundial, se eliminaron las barreras comerciales a los cereales, los productos lácteos y la carne provenientes de los países ricos, junto con la eliminación de los subsidios y los créditos bancarios preferenciales para los agricultores.
El Banco Mundial también alentó la aplicación de reformas en la estructura de tenencia y propiedad de la tierra que propiciaron la pérdida de la tierra para el pequeño propietario, la transformación de los derechos de los indígenas a la tierra y la privatización de las tierras comunales. BM y FMI, “han forzado la apertura de los mercados al “dumping” de productos agrarios, la privatización de los servicios sociales básicos (educación, sanidad,…) y las instituciones de soporte económico, así como la privatización y la comercialización de las tierras públicas y comunales, del agua, de los bancos de pesca y de los bosques. Paralelamente testimoniamos el aumento brutal de la represión de los movimientos sociales que resisten al Nuevo Orden Mundial.
Este deseo político ha abierto también sus puertas a la desenfrenada monopolización y concentración de recursos y procesos productivos en manos de unas pocas multinacionales gigantes. La imposición de modelos de producción dependientes del exterior ha destruido el medio ambiente y las formas de vida de nuestras comunidades. Además ha creado inseguridad alimentaria poniendo como objetivo las ganancias de productividad a corto plazo utilizando tecnologías dañinas como los OGMs (organismos genéticamente manipulados).
 El resultado ha sido el desplazamiento de los pueblos y la migración masiva, la pérdida de empleos que pagan salarios vitales, la destrucción de la tierra y otros recursos de los que dependen los pueblos, un incremento en la polarización entre ricos y pobres, y entre el Norte y el Sur, un agravamiento de la pobreza alrededor del mundo y el aumento del hambre en la amplia mayoría de naciones”. Foro de las ONG/OSC para la Soberanía Alimentaria (junio 2002).
En relación a la Organización Mundial de Comercio, estas reformas políticas equivocadas e insensatas (calificadas de “instrumentos de extinción poblacional y racial” por Diego Delgado Jara) se están consolidando progresivamente en leyes comerciales respaldadas por la amenaza de sanciones económicas. Además, los gigantes de la alimentación tienen libertad sin restricciones para introducir semillas en los países en vías de desarrollo.
 Es evidente que la OMC es un órgano de la élite bancaria occidental para ser utilizada como herramienta en la expansión e institucionalización de su control sobre el comercio mundial.

Eduardo Galeano, habla también del caso de Haití en “Voces contra la Globalización“:
”No hace mucho tiempo hubo un naufragio que no fue noticia en los diarios. El naufragio de una embarcación haitiana, sesenta muertos, cerca de la costa de Florida. Huían desesperados de la miseria. Murieron todos en el mar Caribe, ahogados o comidos por los tiburones. Esos sesenta náufragos eran sesenta campesinos que vivían del arroz.

Habían llegado los expertos del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial y otros filántropos que habían descubierto que la economía haitiana estaba subsidiando el arroz, lo que era desleal en términos de la libre competencia del mercado. Adios subsidios. Se acabaron los aranceles protectores del arroz nacional y se acabó el arroz nacional. Entonces, los campesinos que cultivaban el arroz fueron empujados a la mendicidad o a las balsas, y Haití se convirtió en un país importador de arroz de Estados Unidos.

Por supuesto que el arroz de Estados Unidos estaba mucho más subsidiado que el arroz haitiano, pero los técnicos, expertos, son gente un poquito distraída, y a ninguno se le ocurrió advertirlo. Al fin y al cabo, Estados Unidos es el país que más debe del mundo”.
La experiencia de México y Filipinas la sufriría un país tras otro. El objetivo logrado por el FMI y el BM ha sido el de instaurar un supermercado agrícola global de consumidores de élite y clase media, organizado por las multinacionales en régimen de oligopolio como Cargill, Monsanto y Archer Daniels Midland y distribuido por monstruosas detallistas como Wall-Mart, Tesco o Carrefour.

El Nuevo Orden Mundial está muy activo y sus instituciones han aumentado su influencia vertiginosamente, el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), la Organización Mundial de Comercio (OMC), G8 y el Foro Económico Mundial. Una de las instituciones más poderosas, la Comisión Trilateral, tiene un papel muy destacado en el diseño del orden económico y sin embargo no es citada en medios de comunicación, ni oficiales ni alternativos. Hoy día, los países de la Trilateral, que representan el 10% de la población mundial, acaparan el 80% de los recursos del planeta.
Pero hay que producirlos a nivel local para que los que pasan hambre tengan alimentos y eso es soberanía alimentaria. Sin soberanía alimentaria no hay soberanía.”
En documento elaborado por el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI), y las ONG Concern Worldwide y Welthungerhilfe, dio como resultado que el Índice Global del Hambre de 2011, , destaca en la edición de este año que hasta 26 países del mundo muestran niveles de hambre "muy alarmantes".

En concreto, el texto solicita la ayuda de la Unión Europea para "reducir los precios altos y volátiles de los alimentos y proteger de la pobreza, incluyendo medidas sobre los biocombustibles", que consideran una de las principales causas de los altos precios de los alimentos.

En concreto, menciona que los estados que se encuentran en una situación "muy alarmante" son la República Democrática del Congo, Burundi, Eritrea y Chad.

Por otro lado, indica que los problemas en la seguridad de la alimentación y la vulnerabilidad de los impactos descritos en el informe, son "hechos claros de la actual crisis que sufre los países de Somalia, Etiopía y Kenia", todos ellos afectados por una compleja situación política y la peor sequía en los últimos 60 años.
El Índice Mundial del Hambre se basa en las personas con índices de masa corporal deficientes, los niños menores de cinco años con un peso insuficiente y los niveles de mortalidad infantil.

Alrededor de 239 millones de africanos viven sin suficientes alimentos, puntualiza el documento, y recuerda que el África subsahariana se encuentra en un estado "alarmante".

Además, el estudio muestra que Haití, Costa de Marfil y Timor Oriental están actualmente peor que a principios de la década pasada, y que la reciente subida de precios de los productos de alimentación ha generado confusión social y política en más de 30 países, incluyendo Egipto y Bangladesh.

Hay  planes que tienden a establecer un Nuevo orden Mundial. El control de la población puede hacerse efectivo a través de diversos medios, como hemos ido descubriendo en nuestro recorrido hacia el “fin del letargo”, Para lograr estos propósitos, usan la injerencia política con dictaduras y falsas democracias en el mundo, la injerencia económica a través de instituciones como el Banco Mundial. El Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial de Comercio; el fin de la soberanía alimentaria

Existe un informe de Henry Kissinger, presentado el 10 de diciembre de 1974, en el Consejo de Seguridad Nacional, el estudio de 200 páginas llamado “National Security Study Memorandum 200:  Implicaciones del Crecimiento de la Población Mundial para la Seguridad de EE.UU. y los intereses de ultramar" El estudio afirma falsamente que el crecimiento demográfico en los llamados países menos adelantados (PMA) fue una grave amenaza para la seguridad nacional de EE.UUAdoptado como política oficial en noviembre de 1975 por el presidente Gerald Ford, NSSM 200 se describe un plan encubierto para reducir el crecimiento de la población en esos países a través de control de la natalidad, y también, implícitamente, la guerra y la hambruna.  Kissinger escribió el Plan de EEUU, estableciendo como blanco, a 13 países claves, donde la reducción de la población en masa era requerida. También recomendó que los préstamos del FMI y del Banco Mundial, fueran otorgados bajo condiciones de que las naciones emprendieran “programas de control masivo de la población”, tales como: esterilizaciones (ligaduras de trompas o vasectomías). La idea principal es la de que debieran cancelarse las ayudas alimentarias a los países en desarrollo hasta que se aprobasen políticas de control de la natalidad; Además recomendó usar la comida como un arma, y el que provocar guerras era también una herramienta útil para la reducción de la población. Esta propuesta no era muy original,

Uno de sus principales fuentes fue la Real Comisión sobre la Población, que el rey Jorge VI había creado en 1944 "para estudiar qué medidas se deben tomar en el interés nacional de influir en la tendencia futura de la población." La comisión encontró que Gran Bretaña estaba gravemente amenazada por el crecimiento de la población en sus colonias, ya que "un país muy poblado ha decidido ventajas con respecto a una baja densidad de población-para la producción industrial." Los efectos combinados del aumento de la población y la industrialización en sus colonias, advirtió, "podría ser decisivo en sus efectos sobre el prestigio y la influencia de Occidente ", especialmente efectuar" la fuerza militar y de seguridad. " 

NSSM 200 de manera similar llego a la conclusión de que los Estados Unidos se vio amenazada por el crecimiento demográfico en el sector colonial. Se prestó especial atención a los 13 "países clave" en la que los Estados Unidos tenían un "interés especial político y estratégico": India, Bangladesh, Pakistán, Indonesia, Tailandia, Filipinas, Turquía, Nigeria, Egipto, Etiopía, México, Brasil, y Colombia. Alegó que el crecimiento de la población en esos estados es especialmente preocupante, ya que rápidamente aumentan su fuerza relativa política, económica y militar. 

Cualquiera de aquellos informes continúa estando hoy en vigor, persiguiendo lo que Jean Ziegler llama los “Cuatro Jinetes apocalípticos” (el hambre, la sed, las epidemias, las guerras) y, alguno más.
                                                                                 jlrlinares@gmail.com






 

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