Graves peligros se ciernen sobre el planeta, más amenazantes que la guerra
económica y la guerra psicológica que libramos quijotescamente contra el
imperio del mal y sus lacayos. El calentamiento global se acelera en el extremo norte y dibuja un cuadro sombrío:
inundaciones a nivel mundial, la extinción de los osos
polares y otros mamíferos marinos, la pesca colapsada. Sin embargo, han
olvidado una bomba de tiempo enterrada en la estepa ártica.
La bomba de tiempo de
metano en el Ártico es más grande de lo que los científicos pensaban y está
lista para estallar, según un estudio publicado en la revista NatureGeoscience.