Por mas promesas y
mentiras que difundan por los medios de comunicación públicos la realidad de
SIDOR es otra, la convirtieron en una empresa improductiva y terminaron con los
valores y principios de la clase trabajadora. Después de ser un aguerrido
movimiento obrero, lo domesticaron y para eso usaron a la mayoría de la
dirigencia sindical que se corrompió. Para lograr sus fines el gobierno
nacional uso los poderes públicos como el CNE y el TSJ para suspender las
elecciones sindicales, que para ese momento eran adversas al llamado proceso,
mas ahora, con el pasar del tiempo la otrora empresa estrella de Guayana se
hunde en la incapacidad, deficiencia y corrupción. Una empresa dirigida por
militares, una vez más se demuestra el fracaso de los hombres de armas al
frente de la administración de las instituciones, mas una empresa donde los conocimientos
siderúrgicos y metalúrgicos es primordial.