El 4 mes de abril de 2021 hemos sufrido la partida física de nuestro leal y buen amigo Jesús Rodríguez. Tu partida temprana nos tomó por sorpresa a todas aquellas personas que en el diario vivir conocimos a un hombre saludable, trabajador, humilde, incansable, buen carácter, generoso y sencillo. Recuerdo que nos conocimos en Ciudad Bolívar en el año 2006, siempre servicial, dispuesto ayudar a las personas y amigos, conocí tu sensibilidad social.
Jesús, fuiste un gran amigo, de esos que se encuentran muy pocos en la vida. Compartimos grandes momentos juntos personales y laborales. Jesús un hombre que supo exprimir el jugo de la vida como pocas personas logran hacerlo. Fue Concejal, chofer y operador de máquinas pesadas. Jesús Rodríguez siempre estuvo preocupado por la enorme tragedia política y social que embarga a Venezuela, porque fue un fiel amante de su país y de su tierra chica Soledad en el municipio Independencia del Estado Anzoátegui.
Tus hermanos Cruz
María, Carmen, Dilia y Rafael Rodríguez,
tu hermana Cruz María, la que consideraste tu segunda madre, después del
fallecimiento de tu mamá Ramona Elisa y
demás familiares pueden estar verdaderamente orgullosos de haber tenido
un padre y un hermano digno de ejemplo como tú. Esa partida intempestiva deja
un gran vacío entre tus familiares y amigos
En busca de un porvenir
y futuro para ti ante la profundad
calamidad social y económica tuviste que partir a tierras lejanas,
formaste parte de la diáspora errante de la Patria en busca de perspectivas y
nuevos horizontes, en búsqueda de trabajo de esperanzas e ilusiones. Pero en
medio de todas las vicisitudes, siempre acechando el virus traidor, el amigo
enfermo con el Covid-19 en Brasil, lejos de familiares y amigos,
Morirse en tiempos de
pandemia por Coronavirus es irse en soledad y sin despedidas. No es fácil
gestionar ese dolor interno que provoca la muerte, más aún cuando tus hijos,
familiares y amigos no han podido acompañar, escuchar su voz, dar una última
caricia, agarrar fuerte la mano de la persona a la que amamos antes de que se
vaya.
Mi más sentido pésame para toda la familia.
Vuestro dolor es nuestro dolor.
Querido amigo Jesús,
quiero dedicarte este bonito poema cristiano de San Agustín de Hipona,
filosofía de vida… ¡Una Lagrima se
evapora!
Una
lágrima se evapora,
una
flor sobre mi tumba se marchita,
más
una oración por mi alma la recoge Dios.
No
lloren, amados míos.
Voy
a unirme con Dios y los espero en el cielo.
Yo
muero, pero mi amor no muere, yo les amaré en
el
cielo como los he amado en la tierra.
A
todos los que me han querido les
pido
que rueguen por mí, que es
la
mayor prueba de cariño.
Amén
Te echamos mucho de
menos. Estamos seguro de que nos volveremos a ver y seguiremos disfrutando de
nuestra amistad. Descansa en paz
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