Venezuela cuenta hoy en día con amplias reservas probadas de gas natural ubicándose como el octavo país del mundo con mayores reservas probadas de gas natural y el primero en América Latina… y gracias a la importante participación del gas natural en el mercado energético nacional es posible también ahorrar gran cantidad de petróleo.
Las reservas probadas de gas en Venezuela alcanzan los 151 Billones de Pies Cúbicos de gas (BPC), y cuenta con un volumen de 40 billones de reservas posibles y una base de recursos aproximada de 196 billones de BPC, para totalizar un volumen de reservas de 427 billones de pies cúbicos. Según el Ente Nacional del Gas (Enagas), adscrito al Ministerio de Energía y Petróleo, de esta manera nuestro país pasará del octavo al tercer lugar como país con mayores reservas de gas en el mundo y el primero en América Latina.
Estas cifras de las reservas de gas nos coloca entre los
primeros del mundo, pero la hora de contabilizar la producción bajamos
estrepitosamente del ranking, por no haber invertido a tiempo y la corrupción
en el país, que invade el sector petrolero. Pero cuando vemos el ranking de los
principales países productores de gas natural Venezuela se ubica en el puesto
29, por debajo de Bolivia, Trinidad, Argentina y Perú.
Como es costumbre de los
gobiernos se hacen muchos proyectos, estudios y planes, más cuando se tienen
grandes reservas de petróleo y gas a nivel mundial, el capital privado nacional
e internacional anhelan su participación en las actividades de exploración
producción y comercialización del gas natural.
Tiene gran valor
estratégico los proyectos costa afuera, es indiscutible en el marco de la
distribución geográfica y beneficios de los recursos de tanto valor energético
como el gas y sus derivados. Estos proyectos comenzaron a pisar fuertemente desde
su relanzamiento en el año 2005, pero han tenido innumerables auto-retardos,
son años de postergaciones y esto ha ocasionado irresponsablemente continuas
pérdidas en la producción nacional de gas.
Los expertos y
conocedores de la materia petrolera y gasífera han alertado al país de las
consecuencias de estos desfases que son debilitamiento en el posicionamiento
estratégico del país de cara a los intereses limítrofes que incluyen una
potencial merma del volumen de reservas recuperables y por ende de la producción
de hidrocarburos, al ser harto conocido que muchos de estos yacimientos
sobretodo en la zona de Plataforma Deltana y parte del Mariscal
Sucre, están comunicados y en consecuencia siendo también explotados
paralelamente por países vecinos. Obviamente esto pone en una posición de
desventaja evidente a Venezuela, más allá de los acuerdos firmados con dichos
países en cuanto a la explotación de estos intereses compartidos, ya que podría
tornar difícil y prácticamente irrecuperable una gran porción de los hidrocarburos
remanentes del lado Venezolano.
Gas y proyectos tenemos
como la Plataforma Deltana, uno de los proyectos bandera del Estado venezolano
para la exploración de gas costa afuera, posee el doble de las reservas
estimadas, al inicio de las operaciones. A través de las labores ejecutadas por
medio de la empresa norteamericana Chevron Cop, se consiguió que de unas
reservas probadas en 2 TCF (billones de pies cúbicos), hoy después de la
perforación de 3 pozos, se pueda decir que esas reservas subieron a 4 TCF.
Estamos hablando del año 2005. Se tenía estimado una inversión de 4 mil
millones de dólares en el proyecto Plataforma Deltana con el fin de
producir a partir de 2008 alrededor de
1.000 millones de pies cúbicos diarios de gas natural, para ser destinados, en
su mayoría, al mercado internacional. Igualmente para ese año voceros del
gobierno nacional, señalo Luis Vierma para ese entonces se desempeñaba como Director (e) de Hidrocarburos del Ministerio
de Energía y Minas, que su desarrollo va a requerir de inversiones que pueden llegar hasta los $100.000 millones
en los próximos 40 años.
De otra parte se tiene
planeado la construcción del Complejo
Industrial de Güiria que va a recibir los insumos de la Plataforma Deltana. El
condominio industrial, basado en el modelo de Jose, incluirá la planta de
licuefacción n de gas Mariscal Sucre y un centro de distribución del gas hacia
el resto del país, señaló Luis Vierma, Director (e) de Hidrocarburos del
Ministerio de Energía y Minas. Era un proyecto ambicioso. Pero las promesas no
se han cumplido.
Entre los planes
gasíferos aun no concluidos y con importantes retardos podemos mencionar el
Proyecto Cristóbal Colon, hoy Mariscal Sucre, desde 1993 se ha tratado de
desarrollar este proyecto; que
contempla el desarrollo de los campos Dragón, Patao, Mejillones y Río Caribe,
para producir hasta 1.200 millones de pies cúbicos diarios (Mmpcd) de gas.
De
acuerdo con datos oficiales la producción de gas en el país gira en torno a los
7.200 millones de pies cúbicos diarios, de los cuales 70% son absorbidos por la
propia industria petrolera, mientras que el restante 30%, que resulta
deficitario en unos 2.000 Mmpcd, se destina al consumo interno.
Los indicadores oficiales muestran que en los últimos ocho años la producción de gas se ha mantenido entre 6.000 Mmpcd a 7.200 Mmpcd, lo cual ha obligado a la estatal PDVSA a adquirir gas a Colombia mientras culminan sus desarrollos gasíferos, que han avanzado lento y muchos cambios de planes, desviación de recursos en las inversiones.
La capacidad productiva de gas en
Venezuela se sitúa actualmente en 7.000 millones de piés cúbicos por día
(Mmpcd) y con el desarrollo de los proyectos se espera llegar a 7.500 Mmpcd en
diciembre, y a los 12.000 Mmpcd para 2019.
El proyecto Mariscal Sucre que data de los años 80, y que para el momento se llamó
Cristóbal Colón, está siendo desarrollado con esfuerzo por Petróleos de
Venezuela (PDVSA), tras varios intentos fallidos por encontrar un socio.
El cuarto y quinto beneficio apuntan a garantizar el gas como fuente de energía para el desarrollo industrial del país y a gasificar el sector doméstico nacional.
El cuarto y quinto beneficio apuntan a garantizar el gas como fuente de energía para el desarrollo industrial del país y a gasificar el sector doméstico nacional.
La segunda fase que, de acuerdo con el cronograma de PDVSA iniciará producción hacia 2017 en los campos Mejillones y Río Caribe, su producción se proyecta en 650 Mmpcd y podría estar dirigida, en gran medida, a la exportación.
El
proyecto inició su ejecución en el año 2007 y se tiene planificada su
culminación entre los años 2019 y 2020.
Por último tenemos el
proyecto Rafael Urdaneta, ubicado al noreste del estado Falcón en el golfo de
Venezuela. Estos yacimientos tienen un potencial de explotación de 26 BPC de
gas natural no asociado y siete millones de barriles de hidrocarburos líquidos.
De los 29 bloques que
forman parte de este desarrollo, 18 están ubicados en el golfo de Venezuela y
11 en Falcón noreste, abarcando un área aproximada de 30.000 km cuadrados.
Todos
estos números sobre reservas probadas de gas, que nos ubica octavo en el mundo
y primero de Suramérica, pero en nivel productivo ocupamos a nivel mundial
el vigésimo noveno lugar, detrás de
Bolivia, Trinidad, Argentina y Perú. También vemos cuantos proyectos inconclusos,
tanta cháchara que nos convierte en un país con una enorme riqueza natural,
pero con una gran pobreza en planificación y gerencia, pero no será más bien
que nuestros gobernantes son muy corruptos y no piensan en la Patria, esa que
tanto nombran, nuestros héroes de la independencia, la nombraban menos y lo
daban todo por ella, hasta la vida, los actuales piensan en Disneywold y tener
su depósitos en dólares en el ingrato
imperio, revisen los pasaportes.
Se
han medido las consecuencias de los proyectos y planes que se tienen en
búsqueda de gas. Se han medido el daño ecológico y el impacto ambiental que
pueden causar dichos planes en la explotación de hidrocarburos no
convencionales.
Ante
su voraz consumo de combustibles fósiles, los Estados Unidos iniciaron la
extracción de hidrocarburos no convencionales, en el año 2012, el presidente
Barack Obama dio total respaldo a la producción de gas de lutitas (shale gas en inglés).
El modelo suburbia estadounidense
consume el 81% de la demanda final de energía; Estados Unidos presenta el nivel
más alto de consumo energético proveniente de las ciudades superando la media
internacional estimada en 67%, según la Agencia Internacional de Energía (AIE).
Estados Unidos demanda una quinta parte del total de la energía producida a
nivel mundial con un consumo per cápita que asciende a 312 millones de Unidades
Térmicas Británicas (BTU por sus siglas en inglés), en tanto, el consumo de
energía per cápita mundial tan sólo alcanza los 71 millones de BTU.
Vamos a iniciar la parte principal
de este artículo, que es lo que nos llama la atención, explicamos: para la
extracción rentable del gas no convencional se emplean dos técnicas conocidas
como perforación horizontal y fracking o fractura hidráulica.
En un principio se localizan a través de estudios tridimensionales de geología
potenciales depósitos de lutitas (shale) que es una roca con bajos
niveles de permeabilidad. Esta característica impide que el gas se desplace a
través de la roca para formar un reservorio de combustible convencional. Las
lutitas son rocas donde yace el gas natural atrapado y para su liberación se
requiere del proceso de fractura.
La perforación inicia verticalmente
y al alcanzar el depósito el tubo cambia de dirección continuando con una
perforación horizontal. Esto permite que el yacimiento sea perforado en
diversas vertientes cubriendo una extensión mayor. Una vez alcanzado el
objetivo, a través del tubo de perforación se activan detonadores con
dispositivos explosivos que fracturan la formación.
A esta primera fractura se suma el fracking que
consiste en la inyección de agua a alta presión mezclada con químicos y arenas
con la finalidad de profundizar las fracturas en la roca y propiciar la
liberación del gas atrapado y su flujo hacia el tubo de extracción.
Gas
natural de pizarra, gas de esquistos o shale gas
El gas natural es un gas compuesto principalmente por metano que se lleva extrayendo desde hace siglos, aunque sólo con la industrialización ha tenido una explotación masiva.
Lo que se conoce como explotación convencional de gas natural consiste en lo siguiente: el gas natural normalmente está atrapado en bolsas de roca porosa (como una esponja) a mucha presión, las cuales basta perforar hasta llegar a la bolsa, cuando la bolsa se pincha el gas fluye hacia arriba por la diferencia de presión. Este gas, como se ve es relativamente fácil de extraer, basta con perforar hasta la profundidad de la bolsa, que suele estar a unos pocos cientos de metros bajo tierra. Es el gas conocido como convencional.
Después están los conocidos como gases no convencionales, que se caracterizan por estar en rocas de baja porosidad y baja permeabilidad, lo que hace que estén en mucha menos concentración y se hagan más difíciles de extraer. Estos gases no convencionales los hay de varios tipos, nos centraremos en el gas de pizarra o gas de esquistos (shale gas en inglés).
El gas de
pizarra se encuentra atrapado en estratos o capas de pizarra a mucha
profundidad (desde los 400 a los 5000 metros). Dado que la pizarra tiene una
permeabilidad muy baja, el gas está distribuido en pequeños poros o burbujas,
muchas veces microscópicas, no conectadas entre sí, lo que hace necesario
romper las capas de pizarra para conseguir reunir el gas y que fluya hacia la
superficie para ser recogido.
La compleja y cara técnica que se utiliza para llevar a cabo la extracción del gas de pizarra se conoce con el nombre de fractura hidráulica horizontal o fracking en inglés.
La compleja y cara técnica que se utiliza para llevar a cabo la extracción del gas de pizarra se conoce con el nombre de fractura hidráulica horizontal o fracking en inglés.
La fractura hidráulica consiste en hacer una perforación vertical hasta la capa de pizarra. A esta perforación se le pone un tubo de acero, con un recubrimiento de cemento para proteger los acuíferos de los aditivos químicos que posteriormente se añaden.
Una vez se llega a la pizarra se vuelve la perforación horizontal, a través de la capa de pizarra. Esta perforación horizontal tiene una media de un kilómetro y medio de longitud, aunque puede llegar hasta los 3 km.
Una vez en la capa de pizarra se utilizan explosivos para provocar pequeñas fracturas. Una vez provocadas estas fracturas se inyectan, por etapas, miles de toneladas de agua a muy alta presión, mezclados con arena y aditivos químicos.
Este agua a presión fractura la roca liberando el gas que luego, junto con el agua, el arena y los aditivos retorna a la superficie (retorna entre un 15 y un 80% del fluido inyectado).
El pozo se va fracturando entre 8 y 12 etapas, con lo cual el conducto sufre unos cambios de presión muy grandes con el consiguiente peligro de quiebra del revestimiento de cemento.
Entre los aditivos químicos utilizados se encuentran benzenos, xilenos, cianuros, hasta llegar a unas 500 sustancias químicas entre las que se encuentran elementos cancerígenos y mutagénicos.
El fluido de retorno también trae a la superficie otras sustancias que pueden contener estas capas de pizarra. Es muy común que estas rocas contengan metales pesados (mercurio, plomo…), así como radón, radio o uranio, ambos elementos radiactivos que llegan a la superficie cuando previamente no estaban allí.
Explicado brevemente las necesidades
y urgencias de Estados Unidos por obtener gas y petróleo, dejando atrás la
preservación del medio ambiente, la ecología y biodiversidad, las
transnacionales petroleras y gasíferas no miden los daños al planeta con tal de
aumentar el negocio y su capital.
Pero lo que nos llamó poderosamente
la atención es el interés de Venezuela en la explotación de gas lutita en la
cuenca del Lago de Maracaibo, este anuncio lo hizo el ministro Rafael Ramírez
en la conferencia de ingeniería de Petróleo para América Latina y el Caribe 2014 (Lacpec), que se desarrolla en el Palacio
de Eventos de la capital zuliana, Anunció que PDVSA autorizó la
explotación de gas Lutita en la cuenca del Lago de Maracaibo.
La actividad será
desarrollada por la empresa mixta Petrowayúu, en la Costa Occidental del
Lago, lo cual permitirá obtención de gas para la empresa petrolera. En el marco del evento se
espera la firma de convenios con las empresas Schlumberger, Halliburton y Weatherford para exploración y
explotación de petróleo en terreno venezolano. Empresas mercenarias del
Imperio, ver las historias de Halliburton.
Explicó que estos trabajos se llevarán a cabo con la
participación de un equipo de trabajadores de Pdvsa que tienen experiencia en
labores de exploración.
“Vamos a iniciar una exploración en el campo Concepción para ir a buscar formaciones de gas Lutita (hidrocarburos gaseosos que se encuentran en formaciones rocosas en zonas profundas) que están en nuestro Lago de Maracaibo, vamos a ver cómo seguir aumentando nuestra producción de gas”, indicó.
“Vamos a iniciar una exploración en el campo Concepción para ir a buscar formaciones de gas Lutita (hidrocarburos gaseosos que se encuentran en formaciones rocosas en zonas profundas) que están en nuestro Lago de Maracaibo, vamos a ver cómo seguir aumentando nuestra producción de gas”, indicó.
Detalló que se trata de detectar cuanta cantidad existe de este gas no convencional para posteriormente informar sobre las posibilidades de incrementar la producción gasífera desde occidente para el resto del país. Esto es en resumen lo expresado Rafael Ramírez, Ministro de Petróleo y Minería y Presidente de PDVSA.
Lo
contradictorio es si Venezuela posee grandes reservas de Gas convencional,
porque no continuar e invertir en los proyectos gasíferos que se tienen y han
sufrido diferentes retardos por improvisaciones y cabios de planes, porque
iniciar la exploración de gas lutita que se hace con la técnica del fracking
que los expertos y estudios han comprobado que causa graves problemas al medio
ambiente y en la salud. Si tenemos un
lago de Maracaibo contaminado con la extracción de hidrocarburos y es muy poca
la inversión para su recuperación de sus aguas. Ahora vamos agregar otro
exploración y explotación en sus cuencas, veamos lo que dice un informe sobre
el impacto en el medio ambiente y en la salud
humana.
Contaminación
del agua subterránea y de superficie.
La
contaminación de acuíferos es uno de los riesgos más importantes de la técnica
de ruptura hidráulica. En Estados Unidos se han producido varios casos de
contaminación y es el motivo de su prohibición en varias ciudades.
En
Reino Unido, el Tyndall Centre de la Universidad de Manchester ha realizado
en enero de 2011 un estudio sobre el impacto de la extracción de gas de
pizarra; uno de los más completos de los que se dispone actualmente. El
informe señala respecto a la contaminación de acuíferos que:
“Existen
evidencias a partir de la experiencia de EEUU que sugieren que la extracción de
gas de pizarra comporta un riesgo significativo para la contaminación del agua
subterránea y de superficie y, hasta que la base de estas evidencias se
desarrolle, la única acción responsable es prevenir su desarrollo en Reino
Unido y en Europa.
La
profundidad de la extracción de gas de pizarra es un factor importante en la
identificación de las vías de contaminación del agua subterránea por los
químicos utilizados en el proceso de extracción. Los análisis de estas
substancias muestran que muchas tienen propiedades tóxicas, cancerígenas o
peligrosas.
Existe
un considerable número de casos en EEUU en los que se habría podido producir
contaminación de aguas subterráneas y de superficie en diferentes situaciones.
Esto ha llevado a la Agencia de Protección Ambiental de EEUU a lanzar un
programa de investigación para mejorar el conocimiento de este riesgo (los
primeros resultados serán publicados a finales de 2012).
Gestión
de residuos
La
técnica de la fractura hidráulica para la extracción de gas genera un
importante volumen de residuos, entre los que destacamos los residuos de
perforación:
·
Un único pozo, perforando verticalmente
hasta 2 km y horizontalmente hasta 1,2 km remueve alrededor de 140m3 de tierra,
por lo que una plataforma promedio remueve alrededor de 830m3, casi diez veces
más que un pozo convencional perforado a 2 km de profundidad.
Por
otro lado esta tecnología utiliza importantes cantidades de agua mezcladas con
productos químicos tóxicos, que habrá que gestionar posteriormente como
residuos peligrosos.
El
mencionado informe del Tyndall Centre for Climate Change Research aporta en
este sentido algunos datos preocupantes:
·
El proceso de perforación de un solo
pozo utiliza importantes cantidades de agua mezcladas con un 2% de aditivos
químicos en una cantidad de entre 180 y 580 m3. La Agencia de Protección
ambiental de Estados Unidos estima que entre el 15 y el 80% de este volumen de
agua inyectada, mezclada con los aditivos químicos, se recuperará en forma
“flujo de retorno”.
Si
consideramos una perforación estándar de seis pozos individuales, y
considerando sólo la primera fracturación, se estima el uso de entre 1.000 y
3,500 m3 de aditivos químicos.
Debido
a que en las explotaciones se utilizan varias fracturaciones consecutivas, se
podría esperar entre 1.300 y 23.000 m3 de desechos líquidos, incluyendo los
fluidos utilizados en la perforación y los que migren desde las profundidades,
que deberemos almacenar y gestionar adecuadamente.
·
A pesar de la poca información
suministrada por las empresas operadoras, numerosas sustancias utilizadas como
aditivos, han sido clasificadas por organismos de control europeos como de
“atención inmediata” debido a sus efectos potenciales sobre la salud y el
medioambiente. En particular, 17 han sido clasificadas como tóxicas para
organismos acuáticos, 38 son tóxicos
agudos, 8 son cancerígenos probados y otras 6 son sospechosas de serlo,
7 son elementos mutagénicos y 5 producen efectos sobre la reproducción.
·
En los análisis realizados a los “flujos
de retorno” se suele encontrar elevadas concentraciones de metales pesados,
radioactividad y materiales radiactivos de origen natural.
Uso
excesivo de agua. Presión sobre los suministros locales.
La
fractura hidráulica requiere grandes cantidades de agua, primero para enfriar,
lubricar y extraer la tierra durante la perforación y después sobre todo en la
inyección de agua presurizada, junto con los productos químicos, para la creación
de las fracturas.
En
un único pozo se consumen entre 9.000 y 29.000 m3 de agua, así en un campo
típico en el que, por ejemplo, se perforen 6 pozos para extraer todo el gas del
yacimiento, se utilizan entre 54.000 y 174.000 m3.
Emisiones
de gases de efecto invernadero (metano y CO2)
La
extracción de gas natural no convencional se ha presentado a nivel Mundial como
una solución para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. Según
esta tesis, la reducción ocurre gracias a que la combustión de gas natural
emite menor cantidad de CO2 para la producción de energía.
Sin
embargo, un informe del pasado abril de la Universidad de Cornell (Ithaca,
EEUU)7, denuncia que la explotación del gas de pizarra puede emitir incluso más
gases de efecto invernadero que la del carbón. El gas natural está compuesto
principalmente de metano, y según este informe entre un 3,6 y un 7,9% del
metano de la producción de gas de pizarra se escapa a la atmósfera durante la
vida útil de un pozo.
El
metano es un gas de efecto invernadero con un potencial de calentamiento 21
veces mayor que el CO2. Según el citado informe, comparado con el carbón, la
huella de carbono del gas de pizarra es como mínimo un 20% mayor. Está claro
que las fugas de emisiones de metano tienen un impacto muy importante en el
balance total de emisiones de gases de efecto invernadero.
El
informe, ya nombrado, del Parlamento Europeo estima que la extracción y
procesamiento del gas natural no convencional tiene unas emisiones indirectas
de gases de efecto invernadero de entre 18 y 23 g de CO2 equivalente. Esto
supondría unas emisiones similares o algo menores que las asociadas al uso de
carbón.
Riesgo
químico
Uno
de los principales riesgos que conlleva la extracción de hidrocarburos mediante
fractura hidráulica es el uso de sustancias químicas tóxicas y peligrosas.
Obtener información sobre las sustancias químicas utilizadas es muy complicado.
En
Estados Unidos, el país con más experiencia en esta técnica, la información
sobre las sustancias está protegida debido a intereses comerciales. Se sabe que
hay al menos 600 sustancias químicas presentes y que algunas de ellas son
reconocidas como cancerígenas, mutágenas, y disruptoras endocrinas (alteradoras
del sistema hormonal). Por ejemplo se utiliza, benceno, tolueno, etilbenceno o
xileno, sustancias identificadas como muy peligrosas para la salud y el medio
ambiente con los efectos anteriormente enumerados. Durante años diferentes
organizaciones en EEUU han exigido la divulgación completa de las mezclas y sustancias
químicas que se emplean en la perforación y fracturación hidráulica, ya que su
no identificación es uno de los principales problemas para realizar la
evaluación de riesgos de esta técnica e incluso para aplicar tratamientos
médicos en caso de accidentes.
La
organización TEDX (Diálogos sobre la Disrupción Endocrina) de Estados Unidos
lleva varios años recogiendo información sobre los productos tóxicos
utilizados, y ha realizado un análisis de los datos detallando los posibles
efectos sobre la salud humana y el medio ambiente. Los resultados del análisis
se resumen en el documento “Operaciones de Gas Natural desde una Perspectiva
de Salud Pública” que se publicarán en la revista Internacional Journal
of Human and Ecological Risk Assessment.
El
análisis se basa en 362 sustancias claramente identificadas (mediante el número
CAS de identificación de sustancias químicas). Los efectos sobre la salud que
se han encontrado para las mismas se han clasificado en categorías.
En
la siguiente tabla se muestra el porcentaje de estas sustancias que están
asociadas con efectos en cada una de las categorías (muchas sustancias químicas
tienen efectos sobre la salud en más de una categoría).
Es
destacable que más del 25% de las sustancias pueden causar cáncer y mutaciones,
el 37% pueden afectar al sistema endocrino, más del 50% causan daños en el
sistema nervioso y casi el 40% provocan alergias (sensibilizantes).
Estas
sustancias tóxicas se liberan al aire o al agua (tanto de acuíferos como de
superficie) y además de los efectos sobre la salud tienen efectos sobre el
medio ambiente. Más del 40% de las sustancias tienen efectos ecológicos, que
dañan a la vida acuática y otra fauna.
Los
efectos sobre la salud son causados principalmente por el impacto de las emisiones
al aire y al agua. Muchos de ellos son efectos a largo plazo de compuestos
orgánicos volátiles.
En
EEUU cada vez es más habitual la inyección subterránea de los residuos
generados, por lo que el riesgo tóxico se ve multiplicado.
Este
nuevo auge en la exploración y explotación de gas podría dar lugar a grandes cantidades de contaminación del agua
con sustancias químicas tóxicas. Es de especial preocupación el riesgo para los
acuíferos subterráneos
de
los que dependen el agua potable y el uso agrícola.
Por
otro lado, las asociaciones y ONG que trabajan en el área de riesgo químico en
Europa, denuncian que sólo 10 de las 600 sustancias químicas que se utilizan en
el proceso de la fractura hidráulica están registradas en el Reglamento Europeo
de REACH para este uso, por lo que el resto de sustancias se estarían empleando
de forma ilegal.
Otros
impactos locales
Según
la experiencia en Estados Unidos un campo medio de pozos multietapa ocupan
entre 16 y 20 hectáreas durante la perforación y la fractura.
Después,
durante la extracción, se utilizan entre 4 y 12 hectáreas. La ocupación de
territorio puede ser un problema importante en el caso de yacimientos situados
en las proximidades de núcleos poblados o en zonas donde pueda afectar a otras
actividades productivas o incluso al paisaje, especialmente en áreas
turísticas.
La
actividad que produce mayor impacto acústico es la perforación de pozos ya que
requiere 24 horas al día. El operador de Reino Unido “Composite Energy”
estima que es necesario 60 días de perforación durante 24 horas en cada pozo9.
Un campo completo requerirá entre 8 y 12 meses de perforación día y noche. Se
produce en menor medida ruido en actividades de superficie durante unos
500-1.500 días por pozo.
Después
de la extracción el gas debe ser transportado. Debido al bajo ritmo de
extracción, los gaseoductos no suelen ser rentables sino que el gas se va
almacenando y se transporta en camiones. Puede ser necesaria la construcción de
más carreteras y las ya existentes ven incrementado de forma importante el
volumen de tráfico, con las molestias, ruidos e impactos ambientales que ocasionan.
Ver
video de simulación del Fracking:
Fichas
Bibliográficas
Excelente articulo Juan.
ResponderEliminarpor favor me puedes indicar en que campos/bloque del lago de Maracaibo, se ha utilizado esta tecnica.